Dos de cada tres estadounidenses creen que George W. Bush tiene las cualidades adecuadas para ocupar la Casa Blanca. El presidente tiene un índice de popularidad del 59% y su imagen ha mejorado entre los hispanos tras la iniciativa de legalizar temporalmente a millones de inmigrantes sin papeles. Con el viento a favor, Bush prepara nuevas propuestas sobre diversos asuntos que expondrá en su discurso del martes sobre el estado de la Unión, como las ayudas económicas a favor del matrimonio y un relanzamiento de la carrera espacial que sacrificará los transbordadores y la Estación Internacional en favor de nuevas misiones y vehículos espaciales para regresar a la Luna y conquistar Marte.
En la perspectiva de la reelección, y mientras los demócratas se desgastan en la pelea para designar a su candidato, la Casa Blanca no deja un campo sin explotar. En el sondeo de Gallup para CNN y USAToday, dos terceras partes de los norteamericanos creen que Bush tiene las cualidades necesarias para ser presidente y el 75% afirma que aborda bien las amenazas a la seguridad de EE UU. Sin embargo, casi el 50% dice que el Partido Demócrata se ocuparía mejor de los problemas relacionados con la la economía y el empleo, la salud, el medio ambiente y la educación.
En un territorio electoral importante para Bush, el de los hispanos, una encuesta del Pew Hispanic Center indica que el 54% de los latinos en EE UU creen que el presidente está haciendo una buena labor. Según otro sondeo, de la revista Hispanic Business, el 25% apoya la propuesta de legalización temporal de los sin papeles, el 27% la respalda con algunas reservas y el 39% está en contra.
Pero la maquinaria de iniciativas, dirigida por Karl Rove, el cerebro político de Bush, no descansa. Según The New York Times, el presidente incluirá en el discurso sobre el estado de la Unión un plan de promoción del matrimonio tradicional dirigido a parejas con escasos recursos y dotado con 1.500 millones de dólares para incentivos y ayudas. No es tanto la cantidad lo que cuenta, sino el objetivo: dar satisfacción a los grupos republicanos más conservadores, que exigen a la Casa Blanca energía en la defensa del matrimonio y que están alarmados por la decisión del Supremo de Massachusetts, que declaró en noviembre que las parejas homosexuales tienen derecho a contraer matrimonio.
Estos grupos quieren que el presidente propulse una enmienda constitucional que prohiba los matrimonios gays. Bush ha declarado que lo hará "si lo considera necesario".
El presidente trató de afianzar ayer, desde la sede de la NASA, su imagen de líder visionario: "Ha llegado el momento de dar el paso siguiente", dijo al anunciar un nuevo plan de exploración del sistema solar. "Construiremos nuevas naves para llevar al hombre por el universo, para volver a la Luna y prepararnos para viajes a mundos más allá del nuestro".
Bush pidió al Congreso incrementar el presupuesto de la NASA -15.500 millones de dólares para 2004- en mil millones anuales para lanzar los nuevos proyectos: regresar a la Luna en 2015, tener allí una base dentro de 20 años y llevar astronautas en Marte después de 2030. A partir de 2010, concluirán las actuales misiones basadas en los transbordadores -en el accidente del Columbia, hace menos de un año, murieron siete astronautas- y en la Estación Espacial Internacional. De estos recortes se sacarán los otros 11.000 millones necesarios.
Ante las críticas por el lanzamiento de un proyecto cuyos costes no se han calculado más que para el arranque y en una situación de elevadísimo déficit presupuestario y de recortes fiscales, tanto el responsable de la NASA, Sean O'Keefe, como la Casa Blanca aseguraron que los costes no supondrían más que un incremento inferior al 1% del presupuesto espacial en los próximos cinco años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de enero de 2004