Mi declaración de la renta consta en el Parlamento andaluz, donde la entrego anualmente igual que el resto de diputados. Creo que es el mecanismo idóneo para que exista un control suficiente. Cualquier otra propuesta tiene poco que ver con la transparencia y se debe más a la necesidad de desviar el debate electoral de los problemas reales de los andaluces. Creo que sería más interesante que ese control que tenemos los diputados se extendiera a los altos cargos de las empresas públicas andaluzas, sobre cuyas percepciones se ha negado información sistemáticamente al Parlamento de Andalucía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de febrero de 2004