El Barcelona no vende a Ronaldinho pese a que el magnate ruso Roman Abramovich, propietario del Chelsea, haya presentado al club una oferta de 70 millones de euros y al futbolista otra de 10 millones por temporada. La predisposición de Ronaldinho a seguir vestido de azulgrana permite al Barça afrontar el órdago lanzado desde Inglaterra con el convencimiento de salir finalmente victorioso del envite.
"No le vendemos ni por 100 millones", aseguró ayer el vicepresidente económico del club, Sandro Rosell, desde Brasil, refiriéndose a la cláusula de libertad estipulada en el contrato del jugador, aunque, eso sí, añadió: "No escuchamos ofertas menores". "No hay dinero que compense desprenderse de él", resumió el secretario técnico, Txiki Begiristain, consciente de que sólo la voluntad de Ronaldinho podría generar dudas en la directiva que preside Joan Laporta, que mantiene su inequívoca postura y apuesta por él como buque insignia de su proyecto deportivo.
"Quiero seguir en el Barça", ha dicho Ronaldinho, al tiempo que su hermano y representante legal, Roberto de Asis, apuntaba ayer la voluntad que preside los planes de futuro que manejan: "Estamos más cerca de quedarnos gracias a un acuerdo amistoso que de abandonar el club de una manera conflictiva".
La estrategia de la directiva del Barça pasa por mejorar los emolumentos anuales del delantero, del orden de los 3 millones anuales, y ratificar su fidelidad a su compromiso con el proyecto azulgrana haciendo justicia al rendimiento que ha mostrado en su primera campaña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de mayo de 2004