"La aportación del eje franco-alemán ha sido decisiva para la fundación de lo que hoy es la UE y su contribución aún hoy tiene significación. Sin embargo, lo que no es aceptable en estos momentos es que la Europa de 25 siga los designios de un directorio franco-alemán, y que los demás seamos meros comparsas. España es uno de los grandes países de la UE y tiene una responsabilidad adicional en generar alianzas para que nuestros intereses estén resguardados, y ello no siempre coincide con los franceses y con los alemanes. En la política de cohesión, la disminución de los ingresos como la que preconizan Francia y Alemania va directamente en contra de España, por lo que tendremos que congeniar esfuerzos con otros países para garantizar que la solidaridad siga siendo un pilar de la UE".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de junio de 2004