"A medida que la Unión Europea vaya consolidando su identidad como realidad política significativa, deberá aumentar su protagonismo en todos los niveles de la ONU, y de forma muy particular en su Consejo de Seguridad. Eso debería implicar el que todos los Estados de la Unión, miembros permanentes y no permanentes del Consejo de Seguridad, coordinen sus posiciones entre sí. Ésta será condición indispensable para fijar la credibilidad de la Unión en el escenario mundial. A más largo plazo, y en la perspectiva de las reformas previstas para la ONU, sería razonable que la UE ocupase un puesto como representante permanente en el Consejo de Seguridad, compatible con los que hasta ahora han venido desempeñando Francia y el Reino Unido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de junio de 2004