El voto del 13-J debe servir para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pueda dar "un paso adelante" en sus proyectos políticos "de progreso, de solidaridad y de paz". Éste fue el argumento sin ambages que utilizó Zapatero ayer en Barcelona ante 17.000 personas para pedir el voto al PSOE. La guerra de Irak volvió a la escena electoral, y el presidente aseguró que con la vuelta de las tropas de Irak ha defendido la legalidad de la ONU, mientras que "el PP y Rajoy quieren la vuelta a Irak y a las guerras". Zapatero anunció que el Estado "entrega" a Barcelona el castillo de Montjuïc.
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Los socialistas catalanes, el PSOE y desde luego Zapatero vivieron con especial intensidad el multitudinario acto que organizó el PSC. Más de 17.000 personas ocuparon el Palau de Sant Jordi. Muchos hubieran querido celebrarlo hace tres meses, pero el mazazo terrorista en Madrid el 11-M truncó aquel mitin de Zapatero en Barcelona y acabó con la campaña electoral de las generales en toda España. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, recordó esa jornada triste que convirtió a Madrid en una ciudad "mártir", como ya lo había sido durante la Guerra Civil.
Minutos después, Rodríguez Zapatero también habló de la contienda del 36, pero para hacer un anuncio que provocó el júbilo. "Mi Gobierno entregará a la ciudad de Barcelona el castillo de Montjuïc para hacer del mismo un monumento y un gran museo europeo de la paz, tal y como me lo ha pedido el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y ya lo ha acordado con el ministro de Defensa, José Bono". Este anuncio, por tanto, obedece a una negociación que se ha realizado de manera muy reservada y responde a una demanda muy antigua de la mayor parte de la sociedad catalana. Desde la montaña de Montjuïc se bombardeó la ciudad y allí estuvo preso el presidente de la Generalitat Lluís Companys. "En las fosas del castillo se le ejecutó y él poco antes dijo que perdonaba a quienes le habían agraviado, pedía perdón a quien él hubiera podido agraviar, proclamó que moría serenamente y sus últimas palabras fueron paz, justicia y amor", recordó Zapatero.
Recordatorios de Maragall
En este clima Maragall y Zapatero se declararon lealtad mutua. El presidente del Gobierno de España aseguró que "habrá nuevo Estatuto" y, además, que el Ejecutivo catalán tiene todo su apoyo. Maragall había dicho antes que Cataluña quiere "ser Estado" aunque espera que "el Estado español" defienda a Cataluña en Europa. Eso sí, no olvidó Maragall recordar dos de sus reivindicaciones clásicas: el archivo de Salamanca, con documentos catalanes de la Guerra Civil y el reconocimiento de las selecciones deportivas.
Pero en este mitin Zapatero volvió a hablar mucho de Irak. "Nosotros hemos propuesto volver a Europa, y ellos a Irak; nosotros, a la paz y el respeto a Naciones Unidas y ellos, a las guerras". Zapatero se quejó enérgicamente de que el PP le acuse de generar división ciudadana. "Ellos sí dividieron y ofendieron a los ciudadanos y ahora hablan de Naciones Unidas después de que la pisotearon".
Tanto Zapatero como Borrell pidieron el voto para avalar el proyecto que el Gobierno del PSOE ha puesto en marcha. "El 13-J tenemos que rematar la faena", proclamó Borrell.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de junio de 2004