Slobodan Milosevic calificó ayer de "ficción legal" la defensa de su caso iniciada por el abogado impuesto por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) para evitar que su salud siga deteriorándose. Minutos antes de que la primera de sus testigos, la catedrática serbia de derecho internacional Smilja Avramov, le describiera como un moderado que intentó evitar la desintegración de Yugoslavia por medios pacíficos, el ex presidente serbio exigió que le devolvieran la facultad de representarse. En vano. Los jueces consideran que la tutela de sus derechos está asegurada con la presencia del letrado de oficio y el interrogatorio se efectuó sin su colaboración.
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"Sería una contradicción que el procesado llevara las riendas del careo cuando dispone de una ayuda legal para no fatigarse. Sí podrá complementar las preguntas una vez hayan concluido los defensores", dijo el presidente de la sala, el jamaicano Patrick Robinson, que le cerró el micrófono a Milosevic cuando éste empezó a criticarle. "Es la misma historia de siempre", cortó tajante el juez. A partir de ese momento, sólo se oyeron las preguntas que Steven Kay, el abogado designado por el TPIY, le hizo a la testigo. Considerada una figura clave del pensamiento ultranacionalista serbio, Smilja Avramov fue profesora de Milosevic en la Universidad de Belgrado y asesora del ex Gobierno yugoslavo.
Según su versión de los hechos, la partición de su país fue provocada por "grupos terroristas entrenados en Canadá, EE UU, Alemania y Australia". "Milosevic trató de mantener la unidad de las repúblicas multiétnicas, así como los derechos de los serbios que querían seguir formando parte de Yugoslavia". Llamada a declarar en calidad de experto, negó con rotundidad que la política promovida por su antiguo alumno -acusado de instigar la persecución de los ciudadanos no serbios- contemplara expulsión alguna.
Preguntada por Kay si podía confirmar la descripción que hizo en su día del ex líder serbobosnio Radovan Karadzic y de su jefe militar, el general Ratko Mladic, los dos reclamados por genocidio por el TPIY, la testigo confirmó que ambos le parecían "grandes figuras de la historia de Serbia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de septiembre de 2004