El secretario adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, William Burns, conminó ayer al presidente de Siria, Bachar al Assad, a que retire su Ejército de Líbano y acabe con el control e injerencia siria en el Gobierno y en la vida política de Beirut. El mensaje fue transmitido por Burns a Assad en el transcurso de una entrevista en Damasco.
"Ha llegado el momento de las acciones concretas", alertó el emisario de Washington al presidente sirio, reiterando la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se ordena el repliegue de las tropas sirias de Líbano (17.000 soldados), para poner fin a una ocupación que se inició en 1976.
Burns reclamó también al presidente sirio que ponga fin al apoyo a los grupos radicales y que reconsidere su posición con respecto al nuevo régimen de Irak, al que pidió que prestase su apoyo. "Si Siria actúa positivamente, nuestras relaciones tomarán un giro diferente", insistió Burns. Las amenazas del emisario norteamericano fueron parcialmente acogidas por Damasco, que ayer anunció su compromiso para crear una plataforma de diálogo con Estados Unidos para establecer fórmulas concretas de apoyo con respecto a Irak.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de septiembre de 2004