Omar Naïm debuta con La memoria de los muertos en la dirección. En la película, este libanés de 27 años afincado en Estados Unidos, autor también del guión, fabula con la posibilidad de que, al nacer, nos implantaran un chip en el cerebro que pudiera filmar toda nuestra vida, de principio a fin. Al morir, un montador de cine se ocuparía de la posproducción con un objetivo: que el resultado no empañara la memoria del difunto. Un filme que trata, pues, de la manipulación de la realidad y de los límites éticos de la ciencia que Naïm presentó ayer el Festival de Sitges.
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Hace cosa de tres años, mientras se encontraba estudiando cine en Boston, Naïm tuvo una especie de revelación. Ultimaba su documental Grand theater: a tale of Beirut, y comprendió que, en el montaje, sin pretenderlo, estaba manipulando la realidad. Por aquellos días, se sentía triste porque extrañaba a su familia. Y, para remediarlo, se le ocurrió que, cuando viajara a su casa, podía filmar largas entrevistas con sus padres para, después, al contemplarlas, sentirlos más próximos. De la suma de la constatación sobre la pérdida de objetividad que supone el montaje y del proyecto de conversaciones familiares surgió el guión de La memoria de los muertos. Naïm aseguró que el filme -"que", dijo, "muestra una sociedad que no está demasiado alejada de la nuestra, en la que lo filmamos todo"- "no pretende crear un debate ético", pero, añadió, "sí me gustaría que provocara discusión entre quienes vayan a verla".
El director dijo considerarse "muy afortunado" por haber podido dirigir, a edad tan temprana, su propio guión, y haber contado con un elenco de lujo, que encabeza Robin Williams, en el papel del montador; Mira Sorbino y Jim Caviezel. "Sabíamos que a Robin Williams le gusta participar en proyectos de estas características, con directores noveles, y nos alegró cuando aceptó. En el rodaje, lo hizo todo muy fácil. Además, es muy divertido", comentó Naïm.
En cuanto al viaje que le llevó del documental a la ciencia ficción, el director asegura no haber notado la diferencia. "En ambos casos se cuentan historias. Es más, me gusta definir La memoria de los muertos como una película de documentales". Precisamente por eso no aclaró hacia dónde quiere encauzar su carrera: "No lo sé, pero hacia el cine, seguro", respondió.
El filme se estrenará en España a principios de enero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de diciembre de 2004