El Gobierno pretende que las comunidades autónomas dediquen en las reformas de sus estatutos un capítulo específico a la cooperación entre ellas y con el Ejecutivo central como "muestra de lealtad constitucional y de voluntad de contribuir al funcionamiento del sistema", adelantó el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, como un elemento básico de la reforma que plantea el Gobierno.
Sevilla señala que "el tema competencial debería ocupar el 40% del debate territorial, mientras que el 60% debería estar centrado en la cooperación". El ministro completó con esta iniciativa, en el Club Siglo XXI, el avance que ayer hizo de la parte territorial de la reforma constitucional que el Gobierno propone.
El ministro de Administraciones Públicas, que fue presentado por Pasqual Maragall, elogió al presidente de la Generalitat, al que calificó de "catalán preocupado por España" e inscribió en "esa corriente de catalanismo político que, a lo largo de nuestra historia, ha planteado reformas modernizadoras de España para que Cataluña se pueda sentir cómoda como parte de ella".
Admitió que ha mantenido desacuerdos con Maragall, en referencia, especialmente, al conflicto surgido entre ambos en febrero, cuando el ministro puso algunas condiciones a la reforma del Estatuto de Cataluña que, por cierto, ayer reiteró. "No siempre he estado de acuerdo con Maragall", reconoció, y, a continuación, dijo: "Hay que escuchar con atención lo que dice porque, por debajo o por encima del ruido mediático, siempre hay una reflexión que merece ser atendida o una propuesta digna de estudio e incluso de ser aceptada".
Misión en "buenas manos"
Maragall no se quedó corto en los elogios a Sevilla. "Esta delicada misión [la de las reformas] está en buenas manos", dijo, y, a renglón seguido, elogió "el rigor, el reconocimiento del funcionamiento del Estado, la experiencia, la solvencia intelectual y la vivencia de la España constitucional" del ministro.
Maragall señaló que tanto Zapatero como Sevilla son las personas idóneas para construir la España federal. "No es la hora del unitarismo ni del confederalismo. Es la hora del federalismo", afirmó Maragall, que invitó a las autonomías más reacias a participar en el proceso, a reformar desde su comunidad la Constitución.
La intervención de Sevilla concitó expectación. Acudieron junto a Maragall numerosos representantes del Gobierno de la Generalitat, como los consejeros de Relaciones Institucionales, Joan Saura, y de Economía, Antoni Castells. También estuvieron presentes los ministros de Economía, Pedro Solbes; de Industria, José Montilla; de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y de Cultura, Carmen Calvo. Entre los presidentes autonómicos figuraron los de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de abril de 2005