"Lo lógico es la financiación mixta, como en la actualidad. Al margen de las funciones espirituales, la Iglesia desarrolla una larga serie de iniciativas, especialmente en el ámbito social, educativo y cultural, que deben contar con sostenimiento público. ¿Acaso las catedrales no necesitan cuidados? Buena parte de nuestro patrimonio histórico guarda relación con la Iglesia y hay que preservarlo. Y nadie puede olvidar la labor asistencial de la Iglesia católica".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de junio de 2005