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La reforma europea del vino

Las bodegas de La Rioja, poco afectadas

Priorato y Ribera del Duero no temen la reforma

Barcelona
La propuesta de la Comisión Europea para reformar el mercado del vino ha puesto en alerta a los productores españoles. La UE quiere destinar 2.400 millones de euros para arrancar 400.000 hectáreas de viñedo en cinco años para hacer un sector más rentable y acabar con los excedentes de producción. El sector se opone a que la reforma se centre en premiar el abandono de viñas, aunque admite que hay que competir en el mercado; pide tiempo para adaptarse y ayudas para mejorar el vino y vender más. Dos viticultores de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana (entre las más afectadas, junto a Extremadura, si sale adelante la propuesta) explican cómo les afectarían los cambios y cómo encaran el futuro.

España exporta 14 millones de hectolitros de vino. De ellos, 10,6 millones corresponden a vinos de mesa. El resto, un 25% del total, son vinos con denominación de origen (DO), un sello de calidad en el que destacan por derecho propio La Rioja, el Priorato o la Ribera del Duero. Las bodegas de esas zonas -y de otras que han asociado a su nombre ese marchamo de calidad- van a verse muy poco afectadas por las dos grandes medidas que propone Bruselas respecto a la reforma del sector: el arranque de viñas y el fin de las subvenciones.

Las dos DO cualificadas -La Rioja y Priorato- aplauden los aspectos de la reforma relativos al fomento del consumo y la competitividad. Pero La Rioja recuerda que hace 15 años que el área cultivada no deja de crecer y hay incluso lista de espera para las nuevas plantaciones. Si en el Priorato -una pequeña comarca del sur de Cataluña- hay un problema, ése es el de la escasa producción de sus viñedos y la dificultad de encontrar zonas para plantar vides.

En el otro lado de la balanza están las pequeñas explotaciones de zonas menos agraciadas: la mayor parte de las organizaciones agrarias rechazaban ayer las líneas maestras de la reforma porque, a su juicio, deja de lado a los pequeños viticultores y supone la plena liberalización del sector en 2013.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de junio de 2006