La desaparición de un dictador
El dictador chileno Augusto Pinochet falleció ayer a las 14.15, hora local (cuatro horas más en la Península), a los 91 años de edad, después de sufrir una nueva crisis cardiaca en el Hospital Militar de Santiago, donde se encontraba internado desde hacía una semana y cuando los médicos que le trataban pensaban darle de alta el próximo martes.
Los dos Chiles salieron ayer a la calle. Los partidarios de Augusto Pinochet enarbolaron fotos del difunto, derramaron lágrimas y cantaron el himno nacional ante el Hospital Militar. La Alameda Bernardo O'Higgins, la principal arteria que cruza Santiago, se llenó de gente que celebraba la muerte de Pinochet.
ERNESTO EKAIZER
Pinochet no llegó a ser condenado por las violaciones de derechos humanos de su régimen
EL PAÍS | Madrid
El 26 de noviembre, al cumplir 91 años, Pinochet asumió "la responsabilidad política de todo lo obrado"
El presidente de Irak, Yalal Talabani, rechazó ayer el informe Baker, que calificó de "insulto a los iraquíes" y "atentado contra su soberanía". No es la única crítica. El líder radical chií Múqtada el Sáder ha descalificado ese texto, elaborado por una comisión bipartidista de EE UU.
Alexander Litvinenko murió el 23 de noviembre, 22 días después de ser envenenado con el isótopo radioactivo. Poco antes de morir, el ex agente culpó directamente de su muerte al presidente ruso. "Obviamente no ha sido el mismo Putin, por supuesto. Pero lo que Putin hace en Rusia permite que se pueda matar a un británico en suelo británico.