Las consecuencias del 11-M
El PP había respirado aliviado el lunes tras la presentación del libro de José María Aznar. Apenas alguna frase polémica, confusa, sobre el 11-M, sin salirse de la línea oficial, que pretende dejar este asunto en un segundo plano para poder hablar de la alternativa de gobierno de Mariano Rajoy. Fue sólo un alivio momentáneo: ayer, en una entrevista en Antena 3, el ex presidente volvió por sus fueros.
"La decisión la ha tomado Aznar, no nosotros". Ésta es la respuesta que ayer ofrecieron en la dirección socialista para explicar qué ha pasado para que se descongele el vídeo preparado desde el pasado fin de semana, en el que se recuerda una mínima parte de lo dicho por dirigentes del PP desde el atentado del 11 de marzo.
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, mantuvo ayer su último duelo con el portavoz de Justicia del PP, Ignacio Astarloa, en la comparecencia anual ante la Comisión de Justicia del Congreso para dar cuenta de la Memoria de la Fiscalía, última de esta legislatura.
Las acusaciones contra el juez Francisco de Urquía, imputado por cohecho y prevaricación en una pieza separada del proceso por corrupción conocido como caso Malaya, se van conociendo con cuentagotas.
La destrucción del litoral
Los dos extremos, norte y sur, Costa Brava y delta del Ebro, son los puntos del litoral catalán más castigados por los atropellos urbanísticos, de acuerdo con el informe del Ministerio de Medio Ambiente Estrategia para la Sostenibilidad.
Cuatro nuevas detenciones (y ya van 18 en menos de un mes) y más de una decena de registros en domicilios de San Sebastián y en la localidad vecina de Astigarraga, es el balance final de la operación que desarrollo el Cuerpo Nacional de Policía en la madrugada de ayer.
La situación en el Tribunal Constitucional ha llegado a tal extremo que el presidente en funciones, Vicente Conde, ha tenido que someter a los magistrados la disyuntiva de "paralizar el recurso" del PP contra la prórroga de la presidenta titular u optar por un pleno con 10 magistrados, en el que cinco de ellos, recusados, juzgarían sus propias recusaciones y las de sus compañeros.
El presidente de la Generalitat, José Montilla, es un hombre discreto al que le gusta gobernar sin meter ruido. Aunque suele alardear de ese estilo de hacer política, ayer, en su visita a Madrid, decidió romperlo y manifestar en alto algunas de sus principales preocupaciones.