Steve McClaren / AFP
Los egos destrozan a Inglaterra
Humillante. Calamitoso. Inútil. Insípido. Sumiso. Desesperado. Basura. Irremediable. Incapacitado. Patética traición. Fracaso. Pesadilla. La prensa británica se ha agarrado a los adjetivos para intentar digerir el mayor fracaso de la selección inglesa en mucho tiempo: derrotados en la frágil fortaleza de Wembley por una Croacia (2-3) sin nada en juego, la selección de los inventores del fútbol será la única gran ausente de la Eurocopa de Austria y Suiza. Su técnico, Steve McClaren, fue destituido ayer de forma fulminante.