Messi lesionado y consolado por Deco / EFE
El dolor de Messi martiriza al Barça
El llanto desgarrador de Messi convirtió un partido de fiesta mayor en un funeral imparable porque el dolor de la hinchada del Barcelona no cura normalmente hasta que sana el futbolista y sus lesiones acostumbran a ser largas. Lloraba tan desconsoladamente La Pulga que nadie, ni el capitán, le pudo calmar, roto como quedó a la salida de una pared con Zambrotta, cuando tiraba hacia la portería.