Descartada la opción del trasvase del Segre, el minitrasvase del Ebro ha obtenido la aceptación de los socios del PSC, que lo aceptan a regañadientes y con pataletas, pero lo aceptan al fin y al cabo. Las críticas arrecian en Iniciativa. El número tres del Gobierno y presidente de ICV, Joan Saura, arremetió ayer contra el ministrasvase y reclamó al Gobierno central que pague íntegramente esta obra hídrica para afrontar la sequía y que el decreto ley deje claro que es una medida "reversible". Saura lamentó que el Gobierno español "sea tan corto de miras" al no apoyar el trasvase del Segre.
Entre las exigencias de Saura figura que el decreto ley garantice de alguna manera ese carácter eventual; por ejemplo, con la previsión de desmantelar parte de la canalización que se instale desde ahora para el agua, ya que el desmantelamiento total puede ser caro. Y éste es un punto importante en el avance de posturas en el tripartito porque los tres acceden a que la tubería sea permanente; sólo ICV apostaba por deshacer la obra parcialmente, aunque ayer Montilla convenció a Saura de lo contrario.
Los partidos catalanes viven un momento delicado para apaciguar sus propias aguas precongresuales. Además hay que destacar el papel de oposición de ERC e ICV en el Congreso.
Mientras los socialistas se encomiendan a las negociaciones que mantiene el presidente de la Generalitat, José Montilla, con el Gobierno -a través de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y de la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa-, sus socios minoritarios están intranquilos por causas internas, externas e incluso históricas. Montilla se reúne hoy en Barcelona con el líder de CiU, Artur Mas, para comentar las negociaciones con el Gobierno iniciadas ayer, que seguirán mañana en la capital catalana.
Para crispación ecosocialista la que demostró el eurodiputado de ICV Raül Romeva, que expresó su "decepción" si el tripartito opta por la extensión del ministrasvase del Ebro hacia Barcelona para llevar agua al área metropolitana y reclamó que "cualquier medida que se lleve a cabo sea, sobre todo, reversible".
El otro socio del Gobierno catalán, Esquerra Republicana, tuvo que llamar ayer a capítulo a sus dirigentes de las comarcas del Ebro para que acepten las medidas que provengan de Medio Ambiente. Eso sí, y no podía ser de otra manera, con matices. La ejecutiva de ERC consideró positivo que se haya "aparcado" el proyecto de trasvasar agua del Segre y se muestra dispuesta a asumir la propuesta de utilizar el agua excedente del minitrasvase del Ebro siempre y cuando se garantice también la temporalidad de esta medida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de abril de 2008