Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crónica:

Nadal acelera la cuenta atrás

El español se impone en Toronto y aspira al 'número uno' esta misma semana

Menudo escupitajo. Menudo tenista duro lanzado hacia el número uno. Menudo jugador sordo y ciego a todas las especulaciones y a todos los cálculos que dicen que el domingo que viene, en Cincinatti, ya puede ser el mejor tenista del mundo. Rafael Nadal venció ayer al alemán Nicolas Kiefer en la final del torneo masters de Toronto (6-3 y 6-2). Fue un suave desgüace, una victoria sin aristas, y la mejor demostración de que la púrpura gana encuentros: Nadal, que no pierde desde mayo, aprovechó el impulso de sus mágicas estadísticas para ganar casi por inercia, excepción hecha de un durísimo juego al servicio con dos iguales en la segunda manga. Kiefer cerró la primera con una doble falta y un espeso escupitajo al aire que resumió sus aspiraciones. Nadal lo vio sin torcer el gesto. Los días de Roger Federer como número uno parecen contados.

"¿Dónde está Federer?", preguntaba el cartel de una aficionada en la grada. El suizo, tras sus vacaciones en Córcega y su derrota en la segunda ronda en Toronto, se enfrenta a la difícil misión de defender su trono en Cincinnati, donde fue campeón en 2007: en consecuencia, no puede sumar ningún punto. Federer se mueve en terreno minado. Como los tenistas están obligados a igualar como poco sus resultados del año anterior para mantener su ranking, el número uno de Nadal ya depende más de sus propias derrotas que de las victorias del suizo. El mallorquín, sin embargo, no se quiere dar por enterado. "Lo primero que dije nada más llegar aquí es que no pienso en el número uno", explicó antes de ganar su 30º título; "dije que no pienso en los Juegos de Pekín ni en el Abierto de Estados Unidos. Yo pienso sólo en Toronto".

Nadal calla. Kiefer escupe. Y Federer, el genio de los 12 grandes, sigue defendiendo lo que cada día es menos suyo.

Nadal es el deportista español más famoso (lalistaWIP)

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2008