La crisis se agrava
Una generación entera de españoles no sabe lo que es la crisis. Ha crecido con la economía avanzando a toda velocidad, acumulando excesos en el sector inmobiliario, en el consumo privado, en el recurso a la deuda. Esa era se acabó: España se enfrenta a la peor recesión en medio siglo.
La crisis obliga a acometer planes de estímulo multimillonarios para facilitar el aterrizaje de la economía. Y los efectos secundarios de esos planes son los mismos en todo el mundo: aumento del déficit público y recurso a la deuda, que parecían haber desaparecido en la última larga etapa de bonanza en la economía internacional.
Esperanza Aguirre perdió ayer la batalla más cruenta que había emprendido para tomar el control de Caja Madrid y desbancar a Miguel Blesa como presidente de la entidad. La Comisión de Control de la cuarta entidad financiera del país se reunió por la tarde para dirimir si destituían a su presidente, Pablo Abejas.
Wall Street sigue necesitando de la mano del Tío Sam. El flotador público se lanzó ayer sobre Bank of America, la mayor entidad financiera de EE UU, con una intervención valorada en 138.000 millones de dólares (104.000 millones de euros). El rescate es similar al pactado con Citigroup hace dos meses y debe ayudarle a absorber Merrill Lynch.
El futuro de Wall Street se presenta incierto, y la perdida de confianza es total. La nueva intervención gubernamental sobre los bancos llegó horas después de que el Congreso de EEUU liberara los 350.000 millones de dólares (267.870 millones de euros) restantes en el fondo de estabilidad financiera aprobado por la Administración Bush.