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Crónica:BALONMANO

España se complica la vida con Suecia

En el primer compromiso serio, la selección española no dio la talla. El equipo de Valero Rivera había arrasado a Kuwait y Cuba. Pero la presión de enfrentarse a un equipo grande como Suecia pesó excesivamente. Y no fue sólo un problema de juventud. Al contrario, quien más desacertado estuvo fue Alberto Entrerríos, una pieza fundamental en muchas ocasiones pero que esta vez no consiguió ni un gol en seis lanzamientos.

El problema fue más amplio. Lo que realmente hundió a España fue la excesiva ansiedad en defensa en la primera mitad. Allí se decidió el partido porque Suecia alcanzó una ventaja de seis goles (13-19).

La situación se complica. El acceso a las semifinales exige ganar mañana a Croacia, el equipo anfitrión y un rival peligrosísimo. "El equipo se ha entregado a fondo, no tengo nada que recriminar a ningún jugador", dijo el nuevo selecionador. "Pero es evidente que nuestro nivel defensivo ha sido bajo en la primera parte".

ESPAÑA 30 - SUECIA 34

España: Hombrados (Barrufet), Entrerríos, Cañellas (2), Garabaya (3), Juanín (5, 1 de penalti), Ruesga (4), Tomás -siete inicial-. Ugalde (2), Rocas (2), Andreu, Victor Hugo, Morros (1) y Romero (11, 2 de p.).

Suecia: Sjostrand (Sandstrom), Andersson (3), Kallman (5), Doder (11), Arrhenius (5), Larholm (6, 3 de p.), Jakobsson (1) -siete inicial-. Gustafsson, Lennartsson (3), Stenbacken, Carlen (1), Karlsson y Lundstrom.

Árbitros: Lemme y Ullrich (Alemania).

Marcador cada cinco minutos: 1-3, 5-7, 9-11, 11-14, 11-17, 13-19 (descanso). 16-21, 17-24, 20-25, 23-27, 27-30 y 30-34.

Unos 5.000 espectadores en el Spaladium Arena de Split.

Había demasiadas prisas, nervios y excesivas ganas de hacerlo bien. "Lo que nos condenó no fueron los errores en ataque", comentó Iker Romero. Valero realizó mil cambios buscando la combinación capaz de asentar la defensa y de abrir la cerrada defensa de los suecos. Pero ni los veteranos, ni los jóvenes encontraban la llave.

Con un efectivo Kallman, Suecia consiguió una diferencia de siete goles superados los 10 minutos de la segunda parte. España buscaba con insistencia la resolución de Iker Romero (11 goles). Hasta que Rivera mandó una defensa en 4-2, muy agresiva que permitió recuperar balones y lanzar contraataques. Eso sirvió para acercarse hasta dos goles (26-28) y para dar una muestra del potencial real. Ayer era otro equipo. Ojalá no reaparezca ante Croacia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2009