"Vivimos una crisis de excepcional gravedad" y "para todos los Gobiernos, también el español, es fundamental restablecer la confianza". Estas palabras, pronunciadas el martes por Elena Salgado, vicepresidenta y ministra de Economía, son la prueba de que la situación actual exige replantearse temas que se han considerado inamovibles.
El atasco financiero que dura ya casi dos años ha dejado sedientos de dinero a empresas y familias. La sequía ha llegado tan lejos que en los últimos meses muchos beneficiarios de vivienda protegida se han quedado sin el piso adjudicado porque el banco o la caja les ha denegado la financiación, algo insólito no hace tanto tiempo.
RCS, el grupo italiano que edita en España el diario El Mundo, duplicó con creces sus pérdidas en el primer trimestre del año hasta los 40,7 millones de euros. RCS tiene también resultado bruto y neto de explotación negativo, mientras que su deuda es de 1.118,2 millones.
El Plan de ayudas directas a la compra de coches sigue generando polémica. Ayer el presidente de la patronal de fabricantes, Anfac, Francisco Javier García Sanz, dijo en la ciudad italiana de Olvia que "hemos logrado paralizar el mercado por el anuncio del plan y su falta de claridad", añadió García Sanz.
José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto reunirse con patronal y sindicatos para definir el nuevo modelo productivo que va a sacar al país de la crisis, gracias a la tecnología y la innovación. Pero tal vez el presidente del Gobierno debería reunirse antes con los técnicos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), que tiene malos augurios para la futura salud de Internet.