Mario Fernández no dio ninguna pista sobre sus planes para la BBK en su primer día como presidente. Ni siquiera en la reunión con los 60 principales directivos de la entidad, a media tarde de ayer, esbozó alguna de sus ideas para gestionar la primera caja de ahorros vasca. Lanzó un mensaje de ánimo y dejó traslucir que en septiembre, tras las vacaciones veraniegas, se empezara a visualizar su proyecto de actuación.
De hecho, el encuentro de los 60, como se les denomina internamente, apenas duró un cuarto de hora y se limitó a una primera toma de contacto de Fernández con los altos cargos de la BBK, según las fuentes consultadas. No se atisba, de esta manera, ningún cambio drástico hasta la vuelta de las vacaciones aunque en los próximo días sí se espera que el nuevo presidente vaya teniendo contactos más estrechos con la cúpula directiva.
El encuentro con los 60 principales directivos se limitó a su presentación
Tiene un horizonte hasta 2013, ya que entonces, con 70 años, debe jubilarse
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El consejo de adminsitración que, a mediodía le nombró oficialmente presidente, fue todo formalismo. Se cubrieron las vacantes y, además de Fernández, se nombró al nuevo vicepresidente, José María Iruarrizaga, actual diputado foral vizcaíno de Hacienda, que sustituye al ex alcalde de Erandio Mikel Arieta-Araunabeña. La Diputación vizcaína tiene así a uno de sus principales cargos como vicepresidente, aunque el puesto carece de funciones ejecutivas expresas.
Tras el consejo, Mario Fernández mantuvo un rápido encuentro con los sindicatos, también de presentación y luego se celebró la comida de los principales directivos, que sirvió tanto de su presentación como de despedida de su antecesor, Xabier de Irala.
"No parece que vaya a haber nada significativo hasta septiembre y que a alguien le fastidien las vacaciones", señalaron fuentes de la Bilbao Bizkaia Kutxa. De hecho, Fernández tiene la intención de disfrutar de dos semanas de asueto durante el inminente mes de agosto.
Medios consultados aseguraron que el ejercicio está prácticamente cerrado "con las líneas de negocio muy consolidadas y dificíles de cambiar", aunque no descartan posibles cambios en los presupuestos en los cuatro útimos meses. La BBK, pese a la crisis, ha aumentado sus beneficios en el primer semestre en un 5,1% y ha alcanzado los 185,5 millones.
Mario Fernández si deberá abordar el proceso de reordenación de las cajas y decidir si absorbe alguna otra entidad. La frustrada fusión de las tres principales cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) no parece que formará parte de sus planes a medio plazo, aunque deberá concretar el esbozo de su antecesor de convertir a la entidad vizcaína en las "caja de referencia" y lograr los objetivos que se plantearon durante la fracasada unión.
En cualquier caso su trabajo tiene un horizonte inferior a cinco años, ya que entonces cumplirá los 70 y deberá jubilarse, como establece la ley de cajas y los estatutos de la BBK.. Tendrá así un año menos que Irala para aplicar sus planes: el ex presidente ha permanecido seis años al frente de la mayor caja de ahorros de Euskadi. La personalidad de Fernández augura una presidencia más pública que la de Irala, quien no se ha prodigado en sus apariciones, especialmente en los medios de comunicación. En sus encuentros de ayer, ya anunció que hoy prevé acudir a Radio Euskadi para comentar sus primeras impresiones al frente de la BBK.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de julio de 2009