Si usted vive en la calle de la Beneficencia; o en la calle de Serrano; o en la calle de Orellana; o en la calle de Segovia... Vamos, que si usted vive en Madrid y vuelve de sus vacaciones es más que probable que se tope con una calle cortada.
Calzadas y aceras "ocupadas", según la terminología municipal, por máquinas, obreros, vallas y cartelones. "Disculpen las molestias", parecen suplicar los grandes carteles.
La obra por excelencia de este año es la que ocupa la arteria comercial de Serrano, que además de boquetes y mucho polvo ha provocado la ira de vecinos y tenderos e incluso algún pique entre Ayuntamiento y Comunidad. Pero hay más, muchas más: de norte a sur y de este a oeste, una treintena de calles están afectadas dentro de la almendra central de la ciudad que marca la M-30. En total son más de 70, según la web de movilidad del Ayuntamiento, las obras que inciden en el tráfico. Si usted es de los que este verano ha sufrido los calores del agosto madrileño y, además, los cortes de tráfico por cada esquina de la ciudad, el mes de septiembre le trae alguna buena noticia. El martes día 1 se abre Marqués de Villamagna entre el paseo de Recoletos y Serrano y un carril de la calle de Jorge Juan. Además, se restablece el tráfico en Alberto Aguilera (aunque continúan las obras de Metro) y en Concepción Jerónima entre Atocha y Conde de Romanones. El pasado viernes acabó ya la Operación Asfalto Municipal, que ha afectado a 78 vías, pero las pavimentaciones seguirán hasta finales de año en algunas calles remodeladas con la financiación del Plan E (en total hay 269 proyectos financiados por el Fondo de Inversión Local en Madrid).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de agosto de 2009