Dos obstáculos recibirán a los madrileños el 1 de septiembre en el eje Prado-Recoletos. En la plaza de Colón, donde se ha reducido la calzada de la calle de Génova; y en la plaza de Carlos V, donde se ha estrechado el carril-bus y el paso constante de maquinaria obstaculiza la circulación. La vuelta al trabajo preocupa a los agentes municipales de Movilidad, que ven cómo los cinco carriles de la salida del paseo del Prado conducen el tráfico hacia el paseo de Santa María de la Cabeza, donde sólo hay tres carriles para circular.
Los peatones no se libran: en ambos tramos las aceras están levantadas. O se camina entre piedras y arena o se pasea en fila india.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de agosto de 2009