Pese a la evidente tensión entre el PP vasco y la dirección nacional -"que vengan ellos a presentarse por Euskadi", llegó a decir Antonio Basagoiti en plena polémica-, la buena relación entre Mariano Rajoy y el líder del PP vasco hará muy probablemente que la crisis no llegue a mayores. Sin embargo, la dirección de la madrileña calle Génova tiene aún una bomba que desactivar.
Pedro Sanz, el casi siempre polémico presidente de La Rioja, una comunidad fronteriza con el País Vasco y que ha sufrido en el pasado problemas porque la fiscalidad vasca hacía que empresas riojanas se instalaran allí, ha convertido el blindaje en un asunto político interno clave. Y parece que tiene intenciones de llegar hasta el final.
La Rioja, como comunidad autónoma, puede recurrir al Constitucional. Y eso acabaría por destrozar el discurso del PP vasco. Por eso la dirección nacional está tratando de convencer a Sanz. Quedan tres meses para saber si lo logra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de diciembre de 2009