Los obispos irlandeses se han comprometido a cooperar con las autoridades civiles de su país y a "actuar con eficacia" para hacer justicia por los supuestos abusos sexuales a niños cometidos por religiosos entre 1975 y 2004. Así lo dice una comunicación oficial del Vaticano tras la reunión que los prelados irlandeses mantuvieron entre el lunes y martes con el Papa y otros cargos del Vaticano. En ella, tuvieron que oír de Benedicto XVI que lo que habían hecho o permitido era un "crimen infame".
"Los errores y omisiones" cometidos por la iglesia irlandesa no deberán volver a repetirse, dice el texto, que reconoce "el fracaso de las autoridades de la iglesia irlandesa", que durante muchos años no supo actuar con eficacia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de febrero de 2010