El Gobierno vasco perdió ayer uno de sus rostros más carismáticos con el fallecimiento de José Manuel Fínez. Su viceconsejero de Justicia, figura clave en la reconducción de las maltrechas relaciones con la judicatura autonómica. Magistrado de profesión, progresista de corazón, fue uno de los grandes fichajes a los que recurrió el PSE para conformar su Ejecutivo tras la llegada a Ajuria Enea en mayo de 2009. El primer juez de carrera que llegó a semejante cargo.
Falleció en su domicilio de Bilbao, a media tarde, víctima de un infarto. Apenas unas horas después de que alardeara de su habitual empatía por la sede del Tribunal Superior vasco, escenario ayer de la apertura del Año Judicial ante decenas de invitados. Sonriente, como de costumbre, nada en su rostro hacía presagiar el destino que le aguardaba por delante. Solo a sus más directos allegados les confesó unas leves molestias que sentía en el pecho y que se agudizaron después de la comida. No tuvo tiempo de reaccionar.
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Nacido en Mielan, departamento de Gers (Francia), hace 48 años, casado y padre de dos hijas, arrastraba dolencias en el corazón. Ya había sufrido una angina de pecho. "Nada grave", solía relativizar. Antes de ser viceconsejero, Fínez había ejercido como magistrado en el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Bilbao. Entró en la carrera judicial a través del cuarto turno en 2001. Una década después de ser enjuiciado y absuelto como insumiso al servicio sustitutorio a la mili. Doctor en Derecho y profesor universitario en excedencia, había escrito 12 libros y pertenecía a la asociación progresista de Jueces para la Democracia.
Quienes le conocían aseguran que, más que un "gran profesional" de reconocida capacidad como jurista y muy valorado entre los abogados por su carácter, se va una "extraordinaria persona". Más proclive, por su talante, a solucionar conflictos que a provocarlos. Para su póstumo historial queda el decidido impulso que dio a la modernización de la Justicia. Por la que luchó como magistrado antes que como viceconsejero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 2010