Después de un incremento del 1 %en el trimestre anterior y muchos indicios de desaceleración de la actividad económica, la mayoría de los analistas esperaba un crecimiento del PIB del 0,9 % entre enero y marzo.
Tras una década de crecimiento sin pausa y un aumento del PIB del 5 % durante todo 2000, la economía de EE UU había mostrado una disminución del ritmo de incremento desde la mitad del año pasado, lo cual llevó a temores de una recesión.
En enero, la Reserva Federal redujo dos veces las tasas de interés -en un total de un punto porcentual- para estimular a los consumidores cuyo gasto representa dos tercios del PIB de Estados Unidos.
El informe del Departamento de Comercio muestra que el incremento del PIB se debió, precisamente, a un aumento del gasto de los consumidores que contrarrestó la baja en las inversiones de las empresas, y que en ese trimestre hubo la primera reducción de inventarios en casi 10 años.
El gasto de los consumidores creció entre enero y marzo a una tasa anual del 3,1 %, comparado con una tasa del 2,8 % en el cuarto trimestre de 2000.
Dentro de este aumento del gasto de los consumidores fue decisivo el incremento del gasto en bienes duraderos como automóviles y artefactos hogareños, lo cual sugiere la confianza del público en la economía a medio plazo.
Las ventas finales, que excluyen las de inventario, subieron en el primer trimestre a una tasa anual del 4,6 % después de un aumento a una tasa anual del 1,7 % en el cuarto trimestre de 2000.