El Gobierno argentino ha firmado un decreto que entra hoy en vigor y por el que se amnistía a los empresarios que tengan trabajadores no registrados legalmente (el 39% de la población trabajadora del país). Estas empresas podrán regularizar su situación sin que se les exija los pagos atrasados en concepto de seguridad social ni multas. Además, los trabajadores podrán exigir un certificado para que el día de su jubilación ese perídodo que cobraron con dinero negro cuente a efectos legales.
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El ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció el pasado domingo, en un mensaje difundido a través de radio y televisión, esta medida horas antes de que entrara en vigor el decreto por el que se prohibe a los argentinos sacar a la semana del banco 250 pesos o dólares (unas 47.000 pesetas).
La medida de amnistía al blanqueo de trabajadores era anunciada ayer por el ministro de Trabajo, José Gabriel Dumón, que puntializó que la norma beneficiará a los empresarios cuya facturación sea inferior a los 48 millones de dólares anuales. Se 'premia' así a las pequeñas y medianas empresas, que son las que más dificultades de supervivencia sufren desde que comenzara la actual crisis económica.
Según un estudio de Equis, sobre datos del Indec y el Ministerio de Trabajo, las actividades más afectadas por la ilegalidad de sus empleados son el servicio doméstico (95,6%), la construcción (64,7%), las tareas rurales (50,1%) y el comercio (42,9%).
Temor a que la medida incremente los despidos
Sin embargo, los expertos se muestran escépticos con este decreto firmado por el Gobierno, ya que creen que podría conllevar un aumento de los despidos. Según informa en su edición de hoy el diario La Nación, el 60% de esos trabajadores actualmente en situación irregular cobran en dinero negro porque los empresarios son insolventes, y si blanquean, no tendrán margen de actuación y no podrán seguir con su actividad.
Además, muchos empresarios no regularizan a sus trabajadores porque la propia empresa no está registrada y por lo tanto, no pagan impuestos.