Los franceses han enterrado este domingo y de forma definitiva la moneda que venían utilizando desde 1360. El franco ha dejado de existir, ya no está en circulación, quedando como única moneda el euro. De esta forma, Francia se convierte en el tercer país en realizar la transición más rápida hacia la moneda europea tras Holanda e Irlanda, que abandonaron su moneda nacional el 27 y el 9 de febrero, respectivamente.
Los demás países que se adhirieron al euro (Alemania, Austria, Bélgica, España, Italia, Luxemburgo, Grecia, Finlandia y Portugal) han decidido esperar hasta último momento, es decir, hasta el 28 de febrero, para decir el último adiós a sus monedas nacionales.
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A las siete de la tarde de este domingo, el primer ministro francés, Lionel Jospin, y el ministro de Economía, Laurent Fabius, organizaron una ceremonia conjunta durante la cual han flicitado a los franceses por haber contribuido al éxito del paso al euro.
Y, si el franco francés expiró a última hora de ayer, los franco belga y luxemburgués están a punto de seguir su ejemplo, aunque sobrevirán todavía otros francos, como el suizo, el CFA (utilizado en las ex colonias francesas de Africa) y el franco Pacífico, en curso en los territorios franceses de ese océano, como Nueva Caledonia y Polinesia.