Las negociaciones entre AENA y los controladores aéreos para renovar el pacto sobre horas extraordinarias, vigente desde 2001, están rotas desde hace dos semanas, según publica el diario Cinco Días en su edición de hoy.
Si en el plazo de una semana no hay solución a este desencuentro, la mitad de los puestos de control del tráfico en las torres de los aeropuertos y en los centros de ruta quedarán sin personal suficiente que los atienda. La situación podría causar trastornos en el tráfico aéreo a partir del 1 de enero de 2004.
Las negociaciones se iniciaron en septiembre pasado entre AENA, propietaria de la red de 45 aeropuertos españoles, y el USCA, la central sindical que representa a 2.000 controladores, pero quedaron rotas la semana pasada, de acuerdo con el diario. La vigencia del acuerdo termina el próximo 31 de diciembre.
Fuentes de la central sindical afirman, según Cinco Días, que en el supuesto de que no se llegue a un entendimiento "no existirá fundamento legal para que el colectivo pueda mantener el actual régimen pactado de horas extraordinarias". En esa situación, los controladores volverían a cumplir sus horarios normales.
El 'pacto de ampliación de jornada mediante módulos', suscrito el 28 de diciembre de 2001, logró dar un soporte legal al amplio régimen de horas extraordinarias que venían realizando y por las que los controladores cobraban una alta remuneración. Pero AENA también se comprometió en el marco del pacto a acelerar la contratación de nuevos profesionales. Sin embargo, según el sindicato, Navegación Aérea firmó el acuerdo porque pensó que no necesitaría utilizar las horas extraordinarias que había pactado con los controladores.
Estos profesionales comenzarán ahora con Fomento. Controladores y el ministerio ya han mantenido un encuentro, pero de carácter informal.