El fabricante de automóviles estadounidense General Motors ha confirmado este lunes con datos y hechos lo que llevaba anticipando durante meses: la situación crítica en la que se encuentra. El gigante de Detroit ha publicado este lunes los detalles de la tercera revisión del plan de reestructuración con el que prevé superar su peor crisis desde la II Guerra Mundial y acceder a las ayudas de Washington para librarse de la desaparición, aunque sea a través de una quiebra controlada.
En concreto, GM asegura que necesitará otros 11.500 millones de dólares de la ayuda del Gobierno y que finalmente se acogerá a la ley de quiebra si no funciona su plan de intercambio de deuda con sus acreedores. El 90% tendrá que aceptar su propuesta para que pueda evitar la bancarrota, según los datos de la compañía publicados este lunes.
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La empresa ha anunciado, además, que se centra en sus marcas más rentables en EE UU: Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC y que no abandonará su producción en Europa, aunque también será sometida a una reestructuración. Esta modificación en las estructuras se da porque la empresa, que ha perdido 82.000 millones de dólares desde su último año en beneficios (2004), cree que puede volver a ser rentable con una producción por debajo de los 10 millones de coches, dos millones menos de su objetivo anual original.
Un gigante más eficiente
El plan actualizado eleva a 21.000 el número de despidos (todos ellos trabajadores por horas), la reducción en un 43% de sus vendedores (hasta 3.600), el cierre de fábricas (tal y como había anunciado la semana pasada) y la reducción de las horas de producción. Además, pone fin a un clásico del mundo de las cuatro ruedas con la liquidación o venta de la marca Pontiac a partir de 2010, según ha anunciado la empresa a través de un comunicado. La compañía rebajará su número de concesionarios de 6.246 a 3.605.
"Estamos tomanado decisiones duras pero necesarias que son críticas para la viabilidad de GM a largo plazo", ha asegurado Fritz Henderson, presidente de General Motors. "Tenemos demasiados recursos en demasiadas cosas" ha añadido Henderson que ha resumido lo que quiere que sea la nueva filosofía de GM: "Estoy más a favor de obtener grandes resultados que de ser grandes". Las acciones de la compañía subían un 21% a pocos minutos del cierre en Wall Street.