Aunque los resultados de las pruebas practicadas en animales sospechosos de una granja del departamento de Loire (centro-sureste), en cuarentena desde el pasado viernes, resultaron negativos se han detectado síntomas clínicos sospechosos en dos bovinos, y se sabe que ovinos importados de Gran Bretaña estaban infectados.
La confirmación ayer de que la enfermedad había llegado a Francia y la aparición de casos sospechosos en Bélgica y Dinamarca han llevado la alarma al continente, hasta ahora libre de la epizootia que hace ya estragos en Gran Bretaña.