La Guardia Civil ha detenido esta tarde, "en calidad de imputada", a Francisca González, madre de los niños estrangulados en la madrugada de ayer en la localidad murciana de Santomera, según han informado fuentes próximas a la investigación. La detención se registró tras el entierro esta tarde de los pequeños, al que la madre asistió en compañía de su marido, José Ruiz, y del hijo mayor del matrimonio, José Carlos, de 14 años.
Las mismas fuentes han explicado que la Guardia Civil decidió la detención de la mujer "por las contradicciones de sus afirmaciones" y para hacer "pesquisas más a fondo".
La madre declaró ayer durante horas ante la Guardia Civil. De su declaración se desprende que uno o varios asaltantes entraron en el domicilio con la intención de robar y que acabaron con la vida de los pequeños, de 4 y 6 años.
Aunque en un principio se pensó que los dos niños habían sido degollados, las investigaciones posteriores confirmaron que fueron estrangulados con una cuerda o con un cordón.
Las mismas fuentes han precisado que la mujer declaró ayer en calidad de "testigo", mientras que con su detención adquiere la de "imputada", por lo que prestará declaración asistida de abogado. La detenida se encuentra en la Comandancia de la Guardia Civil en Murcia.
Además nuevas revelaciones han hecho aumentar el misterio en torno a este asunto. Esta mañana, Antonio Herrero, miembro de la Cruz Roja y la primera persona que vio los cuerpos de los dos niños ha dicho que por el aspecto de las víctimas, los pequeños "habían muerto hacía mucho rato".
"Muy pálidos"
Herrero ha explicado que los niños estaban "muy amarillos" y "muy pálidos, demasiado como para llevar media hora muertos", agregó.
Los niños, ha recordado, se encontraban en la cama de la habitación de matrimonio con los pies colgando, y uno de ellos, el más pequeño, sólo llevaba puesta la parte superior del pijama y presentaba una mancha de sangre en el hombro.
La dotación al completo de la Policía Local, una docena de agentes, se encuentran desde ayer trabajando en diversas labores distintas a las habituales, tras el suceso más grave ocurrido en este pueblo, situado a unos veinte kilómetros de Murcia capital y en el que muchos vecinos trabajan en el transporte de frutas y hortalizas a centro Europa.
Numerosas personas han acudido desde primera hora de la mañana a visitar la capilla ardiente en el último adiós a los pequeños, que han sido enterrados esta tarde. Unas 3.000 han asistido al funeral por los pequeños, que se ha celebrado en la Iglesia de la Virgen del Rosario de Santomera.
Tras la misa, los féretros han sido llevados al próximo cementerio de la Virgen del Rosario, donde los niños han sido enterrados en medio de un impresionante silencio, sólo roto por el ruido de las cámaras de los numerosos fotógrafos llegados desde distintos puntos de España para informar de los actos del día, calificado por el alcalde de Santomera como "el más triste en la historia" de la localidad.