Gumersindo Alvarez, quien se recupera en el Hospital Central de Asturias tras serle amputados los dos brazos, ha revelado al recuperar la consciencia que sufrió el ataque de los tres pitbull propiedad de su vecino, y no de un solo perro de esta raza, como se informó inicialmente.
El hijo del octogenario que sufrió el ataque de los perros, José Luis Alvarez, ha anunciado hoy que presentará pruebas de que su padre fue atacado por los tres perros pitbull, de los que intentó defenderse con un rastrillo.
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El anciano, que fue atacado el sábado pasado cuando segaba una finca en La Coria (Gijón), se recupera de las graves heridas ocasionadas y aun no ha sido informado de que le fueron amputados los dos brazos.
Los familiares han contratado al abogado gijonés Francisco Fanego para que ejerza la acusación particular en el caso, que se tramita en el Juzgado de Instruccion numero 1, cuyo titular es el magistrado Juan Laborda.
Según ha informado el hijo del herido, hoy mismo se pondrá en conocimiento del juez la revelación de su padre sobre el ataque de los perros y "se presentarán pruebas".
Jose Luis Alvarez ha informado de que anoche, en la primera conversación que mantuvo cuando recuperó la consciencia, su padre le dijo: "Eran tres fieras que se me tiraron encima y nada pude hacer".
Entre las pruebas que presentará la acusación particular al Juzgado figuran las ropas del herido, sobre las que un peritaje puede evaluar si los desgarros fueron realizados por un sólo animal o por varios, y las huellas dejadas en la finca.
A disposición del Juzgado
El Ayuntamiento de Gijón ha puesto hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad a los otros dos perros de raza pitbull que participaron el ataque, según ha informado el concejal de Medio Rural, Faustino García.
El concejal se ha manifestado partidario de sacrificar a los tres perros, una pareja de adultos y un cachorro, y ha asegurado que con independencia de lo que el juez decida, en ningún caso serán entregados en adopción.
El dueño de los animales pidió ayer al Ayuntamiento trasladar a los otros dos perros a la perrera municipal para evitar problemas con los vecinos, pero el régimen ha variado y han sido puestos hoy bajo vigilancia veterinaria al conocerse el relato de Gumersindo Álvarez en la primera conversación que ha tenido con su hijo al recuperar la consciencia.
Los tres perros permanecen en la perrera municipal de Poago controlados por los veterinarios municipales que han elaborado un informe de actitud para el juez.
El concejal de Medio Rural ha mantenido esta mañana una reunión con funcionarios de la Dirección General de Ganadería del Principado y representantes de colectivos de criadores de perros y de asociaciones veterinarias para avanzar en la redacción de un registro general de animales de compañía, en el marco de la elaboración de una ley autonómica.