El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha afirmado esta mañana que espera la vuelta del embajador marroquí a España en las próximas semanas, tras mantener una "larga" conversación con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, durante el pasado fin de semana.
En declaraciones realizadas en el Foro Europa 2002 Press, el jefe de la diplomacia española ha señalado que el Gobierno español está de acuerdo en que "hay una serie de cuestiones que tienen que ser tratadas" con las autoridades marroquíes, aunque ha matizado que éstas se tienen que producir "desde la normalidad diplomática".
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Por ello, Piqué ha indicado que para resolver la crisis diplomática entre los dos países, es necesario "que no se alargue mucho" la falta del embajador marroquí en Madrid.
Respecto a la conversación con Benaissa, ha señalado que la impresión que de ella tuvo es que "no fue mala", aunque ha añadido que los dos países tienen que seguir trabajando para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas plenas.
Discusiones razonables
Al término del desayuno, Piqué ha explicado que cree "razonable" discutir las quejas que Marruecos ha presentado en los últimos meses, aunque ha añadido que Rabat no debe condicionar la vuelta del embajador marroquí a Madrid al final de estas discusiones.
El jefe de la diplomacia española ha abogado por un retorno "cuanto antes" del embajador marroquí y explicó que desde Marruecos el principal punto que preocupa en estos momentos es la cuestión sobre el futuro del Sáhara Occidental.
"Es un tema de enorme sensibilidad en Marruecos", ha matizado Piqué, quien ha añadido que ambos países tienen que seguir tratando otros asuntos como la "mejora y perfeccionamiento" de la cooperación bilateral en asuntos como la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico.