Javier Abaúnza Martínez, presunto ex número tres del aparato militar de ETA, y otros cuatro supuestos etarras detenidos el pasado jueves en Niort (oeste de Francia) fueron encarcelados ayer acusados de asociación de malhechores con fines terroristas y otros cargos. Los cinco fueron procesados, además, por tenencia de armas, uso de matrículas falsas e intento de robo a mano armada.
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Se trata, además de Abaúnza Martínez, de Lexuri Gallastegui -hermana de la etarra Irantxu, que purga una condena en Francia- Manex Zubiaga, presunto ex miembro del comando Madrid, así como Anartz Oyarzabal Ubierna, buscado por la policía española desde la explosión en un apartamento de Torrevieja (Alicante) en julio pasado, y Ángel María López Anta.
Tras ser procesados por la juez antiterrorista parisiense Laurence Le Vert, comparecieron ante un juez de las libertades y la detención, quien dictó las respectivas ordenes de ingreso en prisión. Han sido encarcelados en prisiones de la región parisiense.
Los expertos en la lucha antiterrorista analizan los materiales incautados en el piso que Abaúnza Martínez había alquilado en La Rochelle (oeste) y en un apartamento en París donde se alojó la también presunta ex miembro del comando Madrid Lexuri Gallastegui.
Los investigadores franceses tratan de determinar si Abaúnza estuvo implicado en el primero de tres tiroteos contra gendarmes franceses que fueron protagonizados por miembros de ETA en el suroeste de Francia el pasado otoño.
El ministro español del Interior, Mariano Rajoy, señaló el pasado viernes en Madrid que las fuerzas de seguridad investigan la relación de los cinco supuestos etarras con los últimos atentados perpetrados en Madrid, incluida la explosión de un coche bomba en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabeu el 1 de mayo pasado, poco antes del partido Real Madrid-Barcelona.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional de Madrid solicitará la extradición de Abaúnza por el asesinato del magistrado del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador en 1997.
Abaúnza Martínez debía haber sido juzgado en rebeldía el pasado marzo por el Tribunal de lo Criminal de París, que finalmente decidió separar su caso y ver sólo el de su compañera Julia Moreno Macuso, Bombi, condenada a 12 años de prisión.