Los más de doscientos inmigrantes clandestinos que continúan encerrados en los locales de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla han comenzado desde la pasada medianoche una nueva huelga de hambre para reclamar su regularización. Los sin papeles tomaron esta decisión después de que el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, anunciara que abandona definitivamente su papel mediador.
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La situación de los inmigrantes encerrados en Sevilla se agrava por momentos. Anoche, Chamizo anunció que de forma definitiva renunciaba a la mediación con los sin papeles y señaló que sólo gestionará los 145 casos que le han entregado, ya que el resto participa en un "boicot a cualquier salida razonable".
Los inmigrantes, en su gran mayoría argelinos, que permanecen encerrados en el campus, decidieron la realización de la huelga de hambre "de carácter indefinido" con el "objeto de ejercer una mayor presión encaminada a obtener su regularización", señaló anoche un portavoz del colectivo.
Esta es la segunda huelga de hambre que emprende el colectivo, después de que el pasado 20 de junio tomaran decisión de pasar 48 horas sin alimentos. Esta vez, su protesta es de carácter indefinido.