A primeras horas de la madrugada, los inmigrantes que llevan 13 días encerrados en el campus de la Universidad Pablo de Olavide dieron por terminada la huelga de hambre que han secundado coincidiendo con la celebración de la cumbre europea. Las 48 horas de ayuno han motivado que se agraven los problemas de salud de alguno de los encerrados (una veintena no ayunó porque su salud ya era precaria). Los inmigrantes decidieron no continuar con la huelga de hambre siguiendo el consejo de los médicos. Ayer los voluntarios de Cruz Roja alertaron a un equipo médico de guardia del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que atendiese los casos más graves.
Entre los encerrados que más han visto deteriorado su estado de salud se encuentra la única mujer, Adriana Kovaci Elena, rumana de 28 años, que sufre una infección respiratoria aguda. Los médicos del SAS convinieron que lo más oportuno era trasladarla a un hospital, pero ella se negó a abandonar el encierro por temor a correr la misma suerte que Karim Kabbali, detenido por la policía después de ser atendido de una fractura en el pie en un hospital de la capital. La misma postura que Adriana Kovaci adoptó Jaled que, aquejado de una úlcera de estómago.
Visita de Llamazares
Los inmigrantes encerrados recibieron ayer la visita del coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, acompañado por la coordinadora provincial de IU, Concha Caballero. Llamazares eludió el férreo control policial y de seguridad privada que vigilan los accesos del campus gracias a que se desplazó en el coche oficial y con su escolta, quien medió para conseguir el permiso de entrada.
Llamazares conversó con uno de los portavoces de los encerrados, Dichou Rabah, y se interesó por cómo estaban llevando la huelga de hambre. El coordinador general de IU preguntó a los inmigrantes sobre la marcha de la labor de mediación que encabeza el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y les aseguró que llevará su caso al Parlamento, donde preguntará al ministro del Interior, Mariano Rajoy.
Llamazares, que evitó en todo momento ser fotografiado dentro del pabellón que ocupaban los inmigrantes, dijo que el encierro es el reflejo del "fracaso" de las políticas de inmigración del Ejecutivo central. "Un gobierno que además trata de exportar su política migratoria y que quiere globalizar a toda Europa", indicó en referencia a las propuestas sobre inmigración tratadas en la cumbre.
También el presidente del Gobierno, José María Aznar, se refirió ayer al encierro de los inmigrantes. Aznar dijo que esta situación es "la demostración palpable" de que los líderes europeos han acertado en las decisiones sobre inmigración adoptadas en la cumbre. Añadió que confía en que esta situación "se resuelva en el plazo más breve posible" y recordó que "la ley está para cumplirla".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de junio de 2002