Un grupo de 87 acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla -44 de Pakistán, 39 de Bangladesh y cuatro de India- están en huelga de hambre para reclamar su regularización documental y su traslado a la península, lo que les permitiría optar a un puesto de trabajo.
Un portavoz de los inmigrantes, K.M., ha explicado que la decisión se ha producido después de que el delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, les prometiese una solución que se ha aplazado en reiteradas ocasiones, pese a que "hemos cumplido nuestra parte y hemos estado tranquilos durante ocho meses".
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Los primeros en iniciar la huelga de hambre el martes fueron los bangladeshíes y los indios, mientras que ayer se sumaron los paquistaníes. Todos comparten la decisión de mantener la postura hasta "la salida a la península o la muerte". Los encerrados sólo ingieren agua con azúcar y han abandonado sus dormitorios, de forma que duermen a la intemperie arropados con mantas y cartones, repartidos en las afueras de los distintos módulos que componen el CETI.
Los inmigrantes pretenden alcanzar el objetivo que perseguían cuando pagaron entre 9.000 y 12.000 dólares para ser llevados vía marítima desde sus países hasta España, establecerse en el país y trabajar para ayudar a las familias que dejaron atrás, aunque recuerdan que "sin papeles no es posible trabajar".
"Caso a caso"
Desde que llegaron a Melilla y fueron acogidos en el CETI, mantienen su situación de indocumentados. Entre el grupo que sigue la huelga de hambre, todos varones y mayores de edad, hay varios que arrastran problemas gástricos y cuatro enfermos de hepatitis, lo que no les hace desistir de su medida de presión.
Por su parte, fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron que se estudia "caso a caso" los expedientes de estos inmigrantes, aunque advirtieron de que no se tolerarán medidas de presión por parte de los acogidos.