Desalojado el 'Prestige' ante el riesgo de que se parta en dos y vierta más fuel

Un helicóptero de Salvamento Marítimo ha procedido al desalojo de la tripulación del Prestige, el petrolero que el pasado miércoles naufragó frente a las costa de Galicia cargado con 77.000 toneladas de fuel, tras confirmase que una grieta de 35 metros amenaza con partir en dos al buque y agravar el vertido de combustible, que ya ha dejado una mancha de 37 kilómetros de largo en el mar. Nada más llegar a tierra el capitán del buque ha sido detenido acusado de desobediencia y delito contra los recursos marinos y el medio ambiente.

El buque, que según ha informado este mediodía el delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, corre riesgo de partirse a causa del agrandamiento de la grieta que ha causado su escoramiento, navega auxiliado por remolcadores en dirección a aguas internacionales.

Hasta este mediodía, en el buque permanecían el capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas, así como otros cinco tripulantes que fueron reincorporados al barco ayer, después de ser rescatados. Por tanto, el petrolero ha quedado sin tripulación y sigue auxiliado por varios remolcadores en su marcha hasta alta mar.

Llevar el buque lo "más lejos posible"

Ante la posibilidad de que el barco se parta en dos Fernández de Mesa ha avanzado que "se han tomado todas las medidas oportunas" y que, en caso de que se fracture, los cuatro remolcadores que hay en la zona intentarán llevar la proa y la popa del buque lo "más lejos posible" de las costas españolas. El delegado del Gobierno ha precisado que dicha eventualidad no supondría necesariamente que las cerca de 77.000 toneladas de fuel que transporta se vayan a verter al mar.

Mientras, muy cerca de las costas de Galicia, el director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, y el capitán marítimo del Puerto de A Coruña, Angel del Real, inspeccionan desde esta mañana la evolución de las dos manchas de cinco y seis millas provocadas por el combustible que se ha derramado ya del buque. La mancha más cercana a la costa se encuentra situada a 5 millas del cabo de Touriñan, la zona que atravesó el buque mientras estaba derivando.

López Sors y Del Real han salido desde el aeropuerto de Alvedro para escrutar el alcance del vertido. Desde allí se han dirigido a la zona en la que se encuentran las manchas del fuel procedentes del vertido. No obstante, las medidas de seguridad están dispuestas desde la tarde de ayer. En concreto, se han dispuesto en la zona 7.800 metros de barrera, 14 de skimmers -cuya función es la absorción de hidrocarburos-, 20 tanques fijos y tres tanques flotantes para almacenamiento de hidrocarburos.

Ayuda de Francia

Por otra parte, Francia ha anunciado que contribuirá con un buque y tres aviones a los intentos españoles por controlar la contaminación. Esta ayuda se hará dentro del Plan Vizcaya franco-español de intervención, que ha sido activado a petición de las autoridades de España.

El barco de apoyo Ailette partió anoche de Brest hacia la zona. Además de un avión Falcon 50 de la Armada, Francia aporta dos aviones de Aduanas. Según la Prefectura, el Centro de Documentación, Investigación y Experimentación en Contaminaciones Accidentales de Aguas (CEDRE) aporta su experiencia.