El capitán y otros dos activistas de Greenpeace detenidos anoche después de que la Guardia Civil asaltara el buque Rainbow Warrior pasan hoy a disposición judicial. El buque insignia de la organización fue remolcado a la fuerza después de permanecer fondeado frente a la base naval de Rota en protesta contra la guerra en Irak. El barco fue conducido hasta Cádiz, donde su tripulación fue detenida.
Greenpeace ha señalado que a medianoche la Guardia Civil y la Armada cortaron el ancla del navío y dos remolcadores lo
arrastraron hasta el muelle número 5 del puerto de Cádiz.
Tras llegar a puerto, se procedió a la detención del capitán del Rainbow Warrior, Daniel Rizzotti, así como del responsable de la campaña de Desarme de Greenpeace-España, Carlos Bravo, y el activista Phil LLoyd, que estaban encerrados junto a otra veintena de tripulantes en el puente de mando del barco desde la tarde de ayer, tras el abordaje de la Guardia Civil.
Estos han pasado esta mañana a disposición judicial en los Juzgados de Rota (Cádiz) y se les acusa de un delito de
desobediencia civil y desacato a la autoridad.
El Rainbow Warrior llegó al puerto de Cádiz el pasado lunes para iniciar la campaña internacional de Greenpeace en contra del conflicto bélico contra Irak y que se desarrollará por distintos puertos del Mediterráneo bajo el eslogan 'No más sangre por petróleo'.
Además, ayer fueron detenidos otros dos activistas de la organización tras intentar impedir la salida del puerto militar roteño del carguero estadounidense Cape Horn e invadir el perímetro marítimo de seguridad de la base.