Al menos dos personas han muerto y 42 han resultado heridas, de las que tres se encuentran en estado crítico, al colisionar el Talgo Madrid-Murcia-Cartagena con un tren de mercancías sobre las diez de la noche entre Chinchilla y Navajuelos, en la provincia de Albacete. Más de una veintena de personas están atrapadas en los cuatro vagones del Talgo que han quedado calcinados. Renfe ha apuntado como "causa más probable del accidente" el error humano.
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El tren de mercancías peligrosas, que habitualmente circulaba cargado con ácido sulfúrico e hidróxido sódico, en esta ocasión se encontraba vacío porque había dejado su carga en el lugar de destino. Aún así se consumó la tragedia, la segunda en esta provincia en los últimos cinco meses.
Los cinco muertos son los dos maquinistas del tren de mercancías, y el maquinista, el interventor y el mecánico del Talgo. La mayoría de los desaparecidos se encontraban en los dos primeros vagones de clase preferente del Talgo, que resultaron calcinados.
Los heridos del accidente han sido trasladados al Complejo Hospital General de Albacete, según informaron fuentes de los servicios de Emergencia. Por otra parte, los bomberos ya han conseguido apagar el fuego que se originó en los vagones.
"Error humano"
Un comunicado de Renfe difundido de madrugada sostiene que, "según los primeros indicios, el jefe de circulación de Chinchilla puso la señal de salida de la estación en verde, según él mismo ha reconocido". "El maquinista del Talgo -en este tren iban 86 viajeros, el maquinista, el interventor, un mecánico y un camarero- inició en ese momento la marcha y el tren comenzó el recorrido Chinchilla-Navajuelos, de vía única", añade la nota. En ese momento, circulaba en sentido contrario el tren de mercancías, cargado con 28 contenedores y conducido por dos maquinistas.
Tren de mercancías peligrosas
Según Renfe, en el momento del siniestro viajaban 87 personas en el tren. El tren de mercancias siniestrado arrastraba varios contenedores de distintos productos, tres de ellos, -vacíos en el viaje de esta noche- habían trasladado productos químicos en un trayecto anterior.
Renfe ha asegurado en un comunicado que no existe peligro alguno para los habitantes de la zona a pesar de la gran nube de humo que cubrió la zona. No obstante, las autoridades pidieron a los vecinos que abandonaran las calles y permanecieran en sus casa con las ventanas cerradas, como medida de precaución.
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos y el presidente de Renfe, Miguel Corsini, se dirigen a la zona del accidente. Las labores de rescate podrían posponerse hasta mañana debido a la escasa luz y a la alta temperatura que aún tienen los vagones incendiados.