“El presidente español, José Luís Rodríguez Zapatero ganó enorme popularidad con la retirada de las tropas de Irak en 2004, pero ha utilizado su capital político para empujar a España hacia la izquierda, tanto social como políticamente. Una de las consecuencias ha sido la apertura de profundas divisiones en un país históricamente dominado por el conservadurismo religioso”. A esta conclusión llega el diario estadounidense The New York Times en un artículo que analiza en profundidad la situación política en España cuando se cumplen dos años y nueve meses de legislatura socialista.
Desde el mismo titular el periodista de The New York Times adopta una posición crítica con el Gobierno español: “Zapatero empuja a España a la izquierda, desoyendo los llamamientos a la moderación”.
En este sentido, repasa las grandes reformas emprendidas por el PSOE desde su acceso al poder en marzo de 2004, centrándose en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y en la, a su juicio, política de distanciamiento con los obispos en un país con "lazos históricamente duraderos" entre el Estado y la Iglesia Católica. En todo caso, elogia su esfuerzo para eliminar las trabas para que los derechos de las mujeres y su acceso al poder sean equiparables a los establecidos para los hombres. En este contexto, compara el Ejecutivo de Zapatero con la anterior experiencia de Gobierno del PSOE con Felipe González a la cabeza. El periódico neoyorquino asegura que en ese momento se apostó por “la moderación” ya que se consideraba “crucial” para la estabilidad del país. “Los Gobiernos socialistas precedentes tendieron a adoptar agendas moderadas para preservar la cohesión social que fue laboriosamente cultivada durante la transición a la democracia tras la muerte de Franco en 1975", explica.
Este diario subraya que Zapatero ha "apostado" por la certeza de que la sociedad española está ya "suficientemente estable" y preparada y la democracia "suficientemente asentada" como para considerar "que esta moderación ya no es necesaria".Pese a ello, recoge la opinión de analistas de que "la opinión pública española parece apoyarle" y la constatación de que la historia política reciente de España muestra que "los Gobiernos españoles son difíciles de sacar del poder en ausencia de grandes crisis o escándalos".