La triste historia de Britney Spears sigue alimentando a la prensa sensacionalista, que esta semana se ha desayunado con dos noticias: por un lado, el triste relato del internamiento de Britney, de la boca de su padre; y por el otro, la orden de alejamiento a un colaborador de la cantante, acusado por la familia Spears de drogar a la estrella del pop para poder controlar sus cuentas.
La solicitud de Jamie Spears para continuar como tutor de su hija durante su estancia en el hospital incluye un relato descorazonador de la visita que éste realizó a su hija el pasado domingo, difundida hoy por la revista People.
Su hija le recibió triste: "No me quieres. El médico me ha dicho que eres tú el que me obliga a estar aquí". Su padre lo negó y una enfermera le recordó que es el hospital el que la tiene retenida, al considerar que su estado psíquico representa un peligro para ella misma y los que le rodean. Al decirle esto, Spears intentó convencer a su padre: "Venga papá, salgamos de aquí. Cógeme de la mano y vayámonos juntos", dijo la cantante a su padre, según el relato judicial de Jamie Spears. Sin embargo, su padre le contestó: "Ojalá pudiera, pero no va a ser posible".
MÁS INFORMACIÓN
Orden de alejamiento para el 'manager' de Spears
Por otro lado, la familia Spears ha logrado que la jueza Reva Goetz dicte una orden de alejamiento sobre uno de los colaboradores de la estrella del pop, el autoproclamado representante de la cantante, Sam Lutfi, al que acusan de haber drogado a Spears para "hacerse ilegalmente" con parte de su patrimonio."Cortó la línea telefónica de la casa de Britney e hizo desaparecer los cargadores de su móvil. Quiere controlar todo", alegó la madre de Spears en la demanda.