Hombres armados vestidos de camuflaje obligaron a decenas de personas, en su mayoría trabajadores de las plantaciones cercanas, a abandonar los autobuses y los coches en los que regresaban a sus casas tras la jornada laboral.
Inicialmente, los pistoleros interceptaron a unos 800 trabajadores pero después decidieron seleccionar a las mujeres y hombres más jóvenes para llevárselos con rumbo desconocido.
Aunque las primeras informaciones facilitadas ayer por las autoridades hablaban de 190 rehenes, las autoridades de Villanueva han afirmado hoy que todavía están elaborando un censo para conocer el número de secuestrados, que puede haber sido mayor.
Tampoco está claro si todos han sido liberados ya que aunque algunos de los rehenes así lo han afirmado, fuentes de la alcaldía de Villanueva creen que todavía quedan campesinos en manos de los paramilitares.
La reivindicación del secuestro se produjo ayer por la tarde en un comunicado hecho público por la cadena Caracol de Bogotá y firmado por el comandante HK, jefe del comando oriental de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la región.
El texto de este grupo paramilitar de ultraderecha justificaba la "interceptación" de los trabajadores por una "posible infiltración de elementos de la guerrilla comunista".
"Una vex verificado el curriculum vitae de cada uno de los trabajadores, volverán a su trabajo, a excepción de 26 personas que deberán explicar su comportamiento y podrán volver después de una verificación".