Un nuevo atentado suicida ha causado heridas a al menos 15 personas en el sector judío de Jerusalén Oeste. La única víctima mortal de la explosión, que ha tenido lugar en la calle de los Profetas a las 7.45 hora local (6.45 hora peninsular española), es el kamikaze palestino, que al parecer iba disfrazado de judío ultraortodoxo.
El terrorista hizo estallar el artefacto que llevaba consigo al ser interceptado por la policía. Según los agentes, el activista murió con una sonrisa en los labios.
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Los heridos, entre los que tan sólo hay uno en estado grave, han sido trasladados al centro sanitario Bikur Jolim, que se encuentra a 50 metros del lugar del atentado. En las cercanías también están ubicados un cuartel de la policía jerosolimitana y una institución caritativa.
Se trata del quinto atentado con explosivos en el distrito de Jerusalén en las últimas 24 horas, cuatro de ellos ayer, en los que resultaron heridas seis personas. El de hoy ha tenido lugar a una manzana de distancia del lugar donde el pasado 9 de agosto otra acción suicida dejó 15 muertos.
De momento nadie ha reivindicado el atentado, que ha coincidido con la visita a la zona del representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Javier Solana. Solana, que está intentando concertar un encuentro entre el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Simon Peres, y el líder palestino Yasir Arafat, ha sido abucheado esta mañana por varias decenas de israelíes cuando visitaba el lugar del atentado. "¡Antisemita! ¡Vuelve a Durban!", le han gritado.
Al menos 554 palestinos y 157 israelíes han muerto desde el comienzo de la ola de violencia desatada en septiembre del pasado año. La chispa que disparó la nueva Intifada fue la visita del entonces líder ultraderechista y hoy primer ministro de Israel, Ariel Sharon, a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, uno de los tres lugares más sagrados del islam.