El liberal Enrique Bolaños ha logrado imponerse en las elecciones presidenciales celebradas en Nicaragua al histórico líder sandinista Daniel Ortega. El virtual triunfo de Bolaños deja claro que el voto de castigo que diversos analistas proyectaron que se ejercería en su contra a causa del desgaste del gobierno de Alemán no se ha producido.
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Bolaños aventaja a Ortega en 11 puntos, lo que supone un 54,77% de los votos frente al 43,69%, tras contabilizarse el 28% de las 9.502 juntas receptoras de votos, según el último informe del Consejo Supremo Electoral (CSE).
"Se pudo derrotar a los sandinistas. Ahora mismo me quito la bandera roja de los liberales y me pongo la azul y blanco de Nicaragua porque ahora soy el presidente de todos los nicaragüenses", manifestó Bolaños durante un discurso pronunciado en Managua ante miles de partidarios de su partido.
El presidente electo comentó que los sandinistas "al final mostraron madurez y respeto a la patria, al aceptar los resultados de los comicios con la serenidad y la rectitud de un partido moderno, dispuesto a consolidar su presencia como una de las más importantes organizaciones políticas y democráticas de nuestro país". El candidato del PLC pronunció su discurso de proclamación de la victoria frente ante sus seguidores, en el centro de la ciudad, mientras miles de liberales se lanzaban a las calles de Managua para festejar la victoria de Bolaños.
Felicitación sandinista
Daniel Ortega también se acercó a felicitar al candidato oficialista, Enrique Bolaños, en el hotel donde se concentran los liberales, que le tributaron prolongados aplausos. Cuando ya se comienza a hablar entre los analistas del fin de la carrera política de Ortega, en una declaración leída frente a los militantes de su partido, el máximo líder sandinista dijo que, ante la grave situación de Nicaragua, "vamos a apoyar la gobernabilidad del país desde nuestra posición de fuerza de oposición, responsabilidad que sabremos cumplir de manera constructiva".
La Convergencia Nacional liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) "va a estar al lado del pueblo", que necesita más que nunca del apoyo "de los buenos hijos de Nicaragua, por "las difíciles condiciones que el actual Gobierno entrega el país y por el entorno internacional tan complicado en que hoy nos toca vivir".
Los sandinistas "vamos a ser firmes aliados de la Nicaragua pacífica, libre, justa y próspera por la que tantos nicaragüenses dieron su vida", añadió. Ortega ratificó el "respeto a los resultados de estas elecciones nacionales" que empezaron a ser emitidos por el Consejo Supremo Electoral "de manera que acataremos el resultado del pueblo saludando a la fórmula del Partido Liberal".
El tercer aspirante presidencial, Alberto Saborío, del Partido Conservador, obtiene sólo el 1,55% de los votos.
Satisfacción estadounidense
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, se congratuló por el signo de los comicios y remarcó que "los resultados han demostrado el compromiso de los nicaragüenses con la democracia", ya que se han desarrollado de manera "ordenada" y sin incidentes, al tiempo que han dado la victoria al candidato Enrique Bolaños.
Washington, que apoyó desde el principio la candidatura del candidato liberal, pidió a Ortega en las últimas semanas la devolución de las propiedades "robadas" tras la revolución de 1979, y envió a su embajador en Managua a los actos de Bolaños, al tiempo que advertía su conocimiento de "la historia completa" de los sandinistas en Nicaragua y señalaba su preocupación por su trayectoria no democrática.