Jean-Pierre Raffarin, de Democracia Liberal, ha sido nombrado esta mañana primer ministro de Francia por el reelegido presidente Jacques Chirac. Raffarin, que ha estado reunido durante casi una hora con Chirac y cuyo nombramiento fue anunciado por el secretario general del Elíseo, Dominique de Villepin, sucede al socialista Lionel Jospin.
Se prevé que el nuevo Gobierno liderado por Raffarin sea constituido hoy mismo y celebre su primer Consejo de ministros mañana martes.
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Chiraquiano desde hace años, Raffarin fue ministro para las Pequeñas y Medianas Empresas en el gobierno del neogaullista Alain Juppé (1995-97), del que es un fiel aliado. Excelente orador, Raffarin dirigirá el Gobierno cuya misión, según Chirac, será aportar respuestas a los problemas de los franceses, en particular la inseguridad, para mostrar al electorado que se está "actuando", en las cinco semanas que faltan para la primera vuelta de las Legislativas.
Tras quedar fuera del duelo final por el Elíseo hace 15 días por menos de 200.000 votos de diferencia con el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, Jospin sacó las consecuencias de su derrota y decidió dejar la vida política. Se dio, eso sí, el tiempo necesario para despedirse de los suyos y esperar la aplastante victoria de Chirac en unas elecciones en las que no se le vio por ningún colegio electoral al haber delegado el voto.
Los orgullos de Jospin
La estabilidad y la duración de su Gobierno de izquierdas constituyen dos de los principales orgullos de Jospin, el único jefe de Gobierno que ha logrado agotar una legislatura, tras el récord de longevidad de Georges Pompidou en los años 60. En las últimos 20 años, la permanencia media de los primeros ministros ha sido de unos dos años. El récord de brevedad lo tiene la socialista Edith Cresson, con diez meses y medio.
Con Jospin se van también todos los miembros de su gabinete, que han vivido un fin de semana frenético, vaciando cajones, ordenando archivos y embalando cajas. Desde el pasado 21 de abril, Jospin no ha hecho declaración pública alguna. Su llamamiento a "bloquear" a Le Pen, sin pedir el voto directamente para Chirac, lo hizo por un escueto comunicado de apenas cuatro líneas.
Importantes reformas sociales
Víctima de un "accidente" político, Jospin será recordado por importantes reformas económico-sociales: la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y los empleos jóvenes, que, conjugados con un boom económico, ayudaron a reducir considerablemente el paro; la cobertura médica universal para los pobres, o la asignación de autonomía para los ancianos dependientes.
El PACS (derechos iguales para parejas de hecho y de derecho) o la paridad hombre-mujer en la política son otros logros de quien hasta finales de 1999 tuvo un equipo bautizado como dream team. A su sucesor deja el reto de luchar con eficacia contra la inseguridad y varios asuntos sociales, como la reforma del dialogo social y las pensiones, que amenazan con un otoño caliente.