Tras una rotunda victoria en la segunda vuelta, Jacques Chirac, convertido en el presidente más votado de la V República francesa, tendrá que formar a partir de hoy lo que él ha llamado un "Gobierno de misión" que no defraude a los franceses que le han dado el voto con el objetivo de derrotar al ultra Le Pen. Chirac aceptará hoy la dimisión del primer ministro, Lionel Jospin, y designará a su sucesor, que encabezará las filas de la derecha en la batalla de las elecciones legislativas previstas para el 9 y el 16 de junio.
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Con la totalidad del voto escrutado, a falta de los departamentos y territorios de ultramar, el candidato neogaullista ha barrido en las urnas a su rival, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que se ha tenido que conformar con el 18,04% de los sufragios.
A favor de Chirac ha jugado sin ninguna duda el alto índice de participación, que ha llegado al 80,84%. La abstención, que en la primera vuelta fue de más del 28,04%, se ha quedado en esta segunda ronda en torno al 19%.
Nada más conocer los resultados, Chirac se dirigió a la nación por radio y televisión para elogiar el compromiso de los franceses "con los valores de la República". Consciente de la "responsabilidad" que le incumbe y tras recordar el momento de "gran inquietud para la Nación que acabamos de vivir", Chirac aseguró que ha "oído y entendido" el llamamiento de los franceses para que "la República viva, que la Nación se una y que la política cambie".
Le Pen no baja la guardia
El derrotado Le Pen asumió su fracaso y dijo que la victoria de Jacques Chirac es una "humillante derrota de la esperanza francesa". Le Pen también calificó la elección del candidato neogaullista de "victoria equivocada, obtenida por medios soviéticos".
El líder ultraderechista no baja la guardia y ya ha anunciado "una reconquista" para las elecciones legislativa que tendrán lugar dentro de ocho semanas. Le Pen, pese ha conseguir un menor porcentaje de voto que en la primera vuelta, ha conseguido superar el resultado total de entonces. Si hace dos semanas le daban su apoyo 5,4 millones de franceses, este domingo lo han hecho 5,8.
Aunque la afluencia a las urnas durante la mañana fue discreta, ya por la tarde miles de franceses decidieron a votar y acudieron de forma masiva a sus colegios en clara respuesta al llamamiento que, durante los últimos 15 días, realizaron los democrátas para frenar el avance del ultraderechista y xenófobo Jean-Marie Le Pen.